La velada había
transcurrido según las más altas expectativas. La cena, sublime, colmada de
exquisitos manjares, tuvo en el puré de coliflor con leche de almendras su
plato estrella, y aconteció al compás armonioso de una conversación diversa,
distinguida, sugestiva, con su pizca de picante, regada por las mejores
cosechas, entre ellas un Rioja Bikandi de la añada 2005, que deleitó a los
cuatro comensales.