‘No
tienes perdón de Dios’ es la frase que un narrador en segunda persona (tu
conciencia, tu alter ego, Tu otro tú atento a juzgarte) le suelta una y
otra vez al protagonista, Hilario Godínez, en un extraordinario ajuste de
cuentas consigo mismo –cual dedo acusador lanzando continuas pullas– del que se
sirve, al tiempo, para relatarnos de manera luminosa su historia.
Continuar en SomNegra
No hay comentarios:
Publicar un comentario