lunes, 31 de agosto de 2015

(l)


Balbuceo
y sintaxis contemporánea.
El alma camina
y parpadea
unos pasos
acaso
musicales.
Quizás,
con permiso
de la agitación
que siempre observa.
Tenaz.
Con la complacencia
de la memoria.
Que nos olvida.
Pero no olvida.
Con la destreza de las manos.
Imprescindibles
en este honor que nos acoge.



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