martes, 20 de julio de 2010

38 - El método patafísico





Jasper recibió con su acostumbrado pragmatismo y buen humor las calabazas de Rubí.
Imaginó, viendo a la joven coger sus cosas y salir orgullosa por la puerta, la tremenda fuerza publicitaria que tendría aquella escena en una campaña sobre equipamientos de cuartos de baño.
Es más, si la rechazada fuese la mujer sería ya la bomba... aunque quizá resultara algo más complicado darle verosimilitud... pero... con un adecuado trabajo en la ambientación... en el guión... en el diseño de logotipos y de imagen de la marca... todo resultaría de un enorme atractivo visual... un impacto grandioso, sin duda...
Con estos pensamientos danzando alegremente en su interior se introdujo en el baño de diseño, cerró tras de sí la mampara transparente y comenzó a empaparse de agua tibia y a enjabonarse a conciencia.
Después se masturbó sin prisas imaginando diferentes desenlaces, a cual más obsceno y despatarrado, del suceso con Rubí.
El aseo de los polvos que se bifurcan... pensó divertido mientras se cubría con un albornoz y se dirigía hacia su cuarto, al fondo del pasillo.
Desde allí, donde comenzó a preparar su maleta con una precisión y habilidad pasmosas para encajar innumerables camisas, camisetas, chaquetas, pantalones, ropa interior y calzado en el mínimo espacio, escuchó las voces que venían de abajo, una mezcla entre televisión y realidad de la que no alcanzó a entender nada.
Tirando de su maleta –también con ruedas, de color negro- recogió del cuarto de baño un neceser, lo introdujo en una pequeña mochila que se echó al hombro y comenzó a bajar los escalones con precaución.
Vistos desde arriba aquellos tres parecían haberse instalado definitivamente en los reinos de vesania, pensó Jasper con cierto regocijo.
Descendiendo con curiosa lentitud observó a Badián sentado en el sofá de colores -se le seguía haciendo raro aquel rostro almodovariano del joven, como si estuviera mal encajado en el cuerpo fibroso y atlético- mirando a los otros dos con los ojos muy abiertos y recitando sin interrupción una especie de extraña letanía, -Esfetafa esfe defe lasfa quefe lesfe tifiefenenfe asfacofo afa sufu profopifiafa mifierfadafa...
La mente de Badián -mayor de edad desde hacía apenas cuatro días, hiperactiva como siempre, saturada de información -en su mayor parte desechable- desde sus primeros años, acuciada por sus complejos y rarezas, y -en las últimas horas- sitiada por inabarcables incertidumbres y dilemas sobre la clínica, aquel contrato firmado pero no leído, los rumanos, ¡los rumanos!, la amistad, Cúter, el amor, Rubí, el blog Badinerie... hasta ahora sin respuesta alguna, y la evidencia de lo complicado de la situación en que parecían encontrarse- habría hecho saltar de nuevo el resorte terapéutico de la repetición, -....esfetafa esfe defe lasfa quefe lesfe tifiefenenfe asfacofo afa sufu profopifiafa mifierfadafa...
-Éramos pocos y parió la abuela, ¡coño!... ¡así que te anda buscando media policía...! ¡dios!... ¡tu foto en la televisión...! ¿qué vamos a hacer?, ¿qué puñetas vamos a hacer?... –clamaba Laslo, que se había quitado la chaqueta negra y se arremangaba la camisa.
Su elegancia y porte natural se paseaban ahora irascibles de un lado a otro de la sala. Su arrogancia, su rocosa seguridad parecían haber recibido un golpe serio.
Sabía que, independientemente del suceso con el Tasca, los de la Clínica iban a ir a por ellos, sí o sí, sin la menor duda por medios nada oficiales. Con eso contaba, pero en ningún caso con que la policía nacional se sumara a la fiesta. Por otra parte sus socios le habían insistido en que esperase su llamada y, nunca, nunca, ¿has oído?, se le ocurriese llamarlos él.
Y sus nervios de acero comenzaban a destemplarse.
Rubí había apoyado la espalda y dejado caer su larga cabellera sobre la pantalla plana y permanecía en silencio, tan alejada de sus cantes y su habitual alegría, dando rítmicas y veloces caladas a un cigarrillo rubio, mirando fijamente su bolso rojo, casi traspasándolo.
Ahora veía con claridad mediática lo ocupado que andaba el viejo Juan Cortina. La vieja voz rasgada de tablaos y noches sin fin del viejo Tío Cortina entrando esposada en la cárcel de Puerto II. Las malagueñas, las alegrías, los tientos... Estaba aterrada. No era algo que ella hubiese podido esperar. Sabía que los negocios de su padre eran lo que eran, pero también creía conocer que todo estaba controlado al detalle. Creía... Alguien había decidido ir a por él. Eso tenía que ser, pensó aturdida.
En todo caso ver su foto en la tele, aparte la normal  impresión y los nervios que le había producido, no dejaba de ser algo anecdótico.
-Contra mí no tienen nada...
-Puede, pero querrán hacerte preguntas...
-....esfetafa esfe defe lasfa quefe lesfe tifiefenenfe...
-¡Cállate ya, poeta de mierda! ¿Que te has vuelto loco o qué?–explotó Laslo.
-Vaya, vaya, queridos... veo que vamos a tener que poner en práctica los métodos de la Patafísica... -oyeron los tres hablar a Jasper, al que veían de pronto al pie de las escaleras, con una maleta negra y una pequeña mochila azul, los brazos en jarras y una pícara expresión en su rostro.


Foto: jose rasero

12 comentarios:

Tempus fugit dijo...

¿Patafísica? Suena a huida a "toda leche"
La escena y reflexión sobre el cuarto de baño... genial.


un abrazo

Felipe Medina dijo...

"El aseo de los polvos que se bifurcan..."


Es una frase muy afortunada


Saludos,José

TORO SALVAJE dijo...

Jasper no es de fíar.
Para nada.

Saludos.

LVX dijo...

Patafísica! Qué tiene que ver esto con la ´patafísica?

ARIADNA dijo...

el metodo de razonar usando todo qe viene a la cabeza no me parece el adecuado para ellos¡¡¡ ya que ninguno (pienso yo) piensa y actua con claridad en este momento... me da angustia que los encuentren

un abrazo

Zayi Hernández dijo...

Si la patafísica es lo mismo que salir como botellazo de puta ( así llaman en Venezuela a salir corriendo), ¿por qué no llamamos manofísica a lo que ha hecho en señor de los pensamientos en el aseo???. Me gustó mucho esa trozo en especial porque hace al relato super real...la mayoría de los tipos como él, deben actuar así... son los que no se dejan que el calentón baje sino que ayudan a que baje...Me gusta como te metes en ellos y como lo haces de bien.
Un besito.

Pluma Roja dijo...

Efestafa mufuy rafarofo nofo sefe mufuy biefen poforquefe bufuscafan afa jafaspefer. ufuy quefe comfoplificadofo efes. en fin, ¿Por qué buscan a Jasper?

mufochofos saludofos

Befesofos, Jofoséfe.

Mar dijo...

Me he puesto al día, que tenía tres entregas pendientes. Los problemas le crecen a estos chicos, joé que no salen de una cuando ya tienen otra encima.

Apelo al autor para que les de una tregua, aunque sea un paseito por alguna playita apartada y tranquila, que buena falta les hace!!

Bss.

Andri Alba dijo...

Me encanta, me gustó la escena en el baño, la masturbación con todo lo que imaginó y la abuela pariendo. Y la jerga, buenísima, me encantó, yo sé hablar así. Ta guai!!!


Un besote y gracias por comentar. Gracias por tus letras están cojonudas!!!

Andri

Andri Alba dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
josé rasero dijo...

Bienvenido LVX!!

Besos y abrazos a tod@s!!

Belkis dijo...

Como que si van a tener que ponerse manos a la "patafísica" porque la cosa se les ha complicado tremendamente.
Sigue siendo un deleite la historia Jose.
Un abrazo muy grande.