La lluvia como cristalitos
frágiles o pompas
frescas
o afiladas piedras solidarias
abre en flor paraguas
sobre el asfalto,
evapora mi ser.
No soy,
nadie es
o andamos invisibles,
chubasqueros ensimismados,
pensamientos húmedos,
callados y atónitos
ojos cerrados,
viajando quizás
en túneles de infancia
con botas grandes y libres,
poderosas
de charcos de lodos,
alegrías saltimbanquis
efímeras y eternas,
gabardinas de colores,
risas mojadas, transparentes
carcajadas
y corazones impermeables y abiertos
al mar que cae del cielo.
Cristalitos de lluvia frágiles
me guían,
frescas pompas de agua
espabilan mi rostro,
afiladas piedras
dañan el recuerdo.
Brochazos.
9 comentarios:
un buen sitio para ver la lluvia y el temporal es los bloques del campo del sur,diceselo tú, chiu.
¡Qué alegría volver a verte por aquí! En los bloques le daré dos toques. De tu parte. ¡Qué arte!
jose, has superado la "monotonía de lluvia tras los cristales...", ¿por qué será que la lluvia nos lleva siempre a la infancia...?
Una Atmósfera que atrapa en el giro de sus versos.
No sé Fran. Mas es cierto. ¡Qué tiempos aquellos!
Me alegra atraparte en los giros de mis versos, Eterna aprendiz.
¡Saludos!
Un poema precioso, me he visto envuelta en esas gotas de lluvia...
Besitosssssssssss
Gracias Mar. Me encanta que lo sientas así. ¡Nos vemos!
Este poema me encanta...
Cuando lo leí en el libro pensé que ese era el q se ajustaba a mi dibujo...
Pero el que pusiste, era tan bueno como este, me encantó por lo entrañable q me llegó.
T quiero
Un beso
Y ya tengo un blog aqui...
¡Hola Teresa! Bienvenida a esta nave y gracias por tus comentarios. ¡Un beso!
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