jueves, 4 de julio de 2019

Madrid en tres vuelcos



La bajeza y mezquindad del ser humano me atrapan. Hay riesgo y amenaza en las palabras. Un movimiento brusco me hace alzar la vista. Viajamos en un tren dirección Madrid. Leo Lluvia fina, de Luis Landero. A mi lado, Variaciones sobre Budapest, el maravilloso librito de Sergi Bellver, descansa entre las manos de N.
Nos miramos. Sonreímos. ¿A dónde vamos?, nos preguntamos, cómplices, callados.

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2 comentarios:

Alís dijo...


Un buen paseo, bien aprovechado para ser una escapada corta. Me hiciste reconciliarme con Madrid por un rato.
Y esa foto de los tejados me gusta mucho. Esas ventanas con tejadillo me trae recuerdos de uma historia que probablemente nunca me atreva a contar, pero que para mi sorpresa no olvido.

Besos viajeros, de Chile hasta La Viña

PD. Me entraron ganas de cocido!!

josé rasero dijo...

Lo del cocido es muy normal, jeje. Deberías contar esa historia de las ventanas con tejadillo. Besos atlánticos