sábado, 24 de febrero de 2018

-batiburrillo conexo y sin fin-

Es soberbio *
el forajido
bajo la luz de las antorchas.

También la mujer
que dice
olvídate.

El marinero lo deja todo
y muestra
ufano
la vieja cicatriz.

El vagabundo no tiene bolsillos.
Esa mosca con alma de parroquiana:
(quiero acabar con ella
mientras
sonrío
sin chispa)

Madeleine replica con ingenio.

Hay desapariciones. Y gente que vive
para matar.

Hay lagos inmensos
que son una antesala
de lo que no
sabemos.

Esa brusquedad de los autos.

En una ocasión tuve un gatillo
y hubo dados.

Hay gente reacia a dar abrazos.
Cuando te acercas
lo entiendes.

El tiempo pasa cual chascarrillo,
de oreja a oreja.

Madeleine calla
Madeleine escucha.

¿Te acuerdas de aquel preso que
durmió tres días con sus noches
por tal de no morir ajusticiado?

Ah, qué imbécil soy.

Ese pájaro
que mira
está posado en el pretil.

Yo
lo observo
desde
una ventana.

24/02/2018

*Maravilloso, sublime


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