-...quizás fue en aquel momento que yo empecé a no creer en casi nada... no existían los reyes magos, pero microsoft sacaba la primera consola Xbox, y la pobre oveja Dolly moría con seis años de vida, ya ve, qué mundo este de clones y replicantes sin magia real... en fin, doctora, todas estas minucias que le digo... ya he perdido el hilo... bueno, mire, en mi vida ha habido ciertas aproximaciones a la belleza, claro, cómo no, y a los deleites, digamos, efímeros, como por ejemplo conocer a una chica, y... bueno... ya sabe...
-Vamos, que soy doctora...
-...eso... pues... hacerlo con ella por primera vez, con torpeza infinita quizás, pero hacerlo, y sentirte bien, asquerosamente bien, felizmente sucio, ¡tan jodidamente humano con quince años!... qué cosas... qué animales que somos... después vinieron más, porque aunque mi cara dé asco mi cuerpo está bastante bien, ¿verdad, doctora?... bueno, no se moleste, vamos... continuaré... por el dos mil seis, doctora, año internacional de Mozart y de Rembrandt, y también de una ley antitabaco que cortó por lo sano el incipiente vicio que yo andaba adoptando, la sociedad general de autores denunciaba a frikipedia, ja, para que vea que hay cosas que no se han iniciado ayer, y además pues otros placeres como, qué sé yo... esconderse con una pandilla de niñatos bajo una pasarela a verle las piernas y las bragas a las niñas, o escuchar música de Amy Winehouse a toda pastilla bailando como un maldito a escondidas en la habitación de casa... o jugar con Lara Croft, o simple y ñoñamente ir al cine a comer palomitas... ¿ya?... esto me aburre, doctora... además... ha conseguido que se me mezclen todos los recuerdos... ¿qué más quiere?...
-Haz un último esfuerzo, Badián... -pidió la doctora, que continuaba lanzando fugaces miradas a su reloj de pulsera.
-...bien, bien... pues ahora podría contarle que los dieciocho añitos de que me habla los he pasado en el nido, junto a unos papás, podríamos decir que, del mismo modo, también irregulares, contradictorios, inconsecuentes, aturdidos, como la vida misma, sabe, eso sí, inundados ellos de un memorable tesón que han acompañado siempre de las indispensables dosis familiares de ternura, de cierta tolerancia, de cierta comprensión.
Tras ésta última palabra Badián se interrumpió en seco.
Y, tras hundir la cara entre sus manos, como si se fuera a echar a llorar de un momento a otro, la alzó de nuevo y con la mirada perdida en el infinito continuó:
Y, tras hundir la cara entre sus manos, como si se fuera a echar a llorar de un momento a otro, la alzó de nuevo y con la mirada perdida en el infinito continuó:
-...para llegar a esto que veis aquí, tan sólo esto: un escombro tenaz, que se resiste a su ruina, que lucha contra el viento, que avanza por caminos que no llevan a ningún sitio. El éxito de todos los fracasos. La enloquecida fuerza del desaliento...
-¿Qué?... ¿qué ocurre ahora? –la doctora Bermejo, que había permanecido sentada en la silla junto a Badián con la barbilla encajada en la palma de las manos, sus ojos agrandados y la boca entreabierta, comenzó a agitarlo por los hombros y a pellizcarle las mejillas, pues su piel se había vuelto nívea de nuevo.
Badián la miró, como regresando de otro estadio vital.
-...¿ha visto, doctora?, ¿me ha oído?... esas últimas palabras... son versos de Ángel González, ¿lo sabe?, ¿lo ve?, ¡me ha hecho caer de nuevo en las repeticiones!, ¡no lo puedo controlar!, ¡a vueltas con la puta terapia!, ¡lo mismo que en el desayuno!, ¡y todo por culpa de sus gritos y bobadas!...
Badián se levantó con violencia resuelto a salir de aquella habitación y de aquella clínica cuanto antes, pero entonces observó algo que hasta ese instante le había pasado desapercibido.
Sobre la mesita junto a la cama había un pequeño sobre blanco con unas minúsculas letras escritas en él. Lo cogió y se lo acercó a los ojos. Para Badián, leyó para sí.
Sobre la mesita junto a la cama había un pequeño sobre blanco con unas minúsculas letras escritas en él. Lo cogió y se lo acercó a los ojos. Para Badián, leyó para sí.
Mientras realizaba esta acción se escucharon dos golpes secos en la puerta.
Se trataba de golpes retóricos, simple educación.
La puerta se abrió y accedió a la habitación aquel hombre mayor de pelo cano al que Badián se había aventurado a catalogar el día anterior al verlo hablar con la doctora, como hombre bueno, y al tiempo, como probable director de la clínica.
Vestía una inmaculada bata blanca y de cerca le pareció a Badián más joven, más alto, más fuerte. Menos bueno.
*: para facilitar la lectura, e ir desde el principio hasta lo último publicado, a la derecha tenéis un enlace en el que podréis leer, releer, subir o bajar con mayor facilidad. Haced clic sobre la imagen justo encima de: "Donde se cuentan las ocurrencias..."
Foto: jose rasero
*: para facilitar la lectura, e ir desde el principio hasta lo último publicado, a la derecha tenéis un enlace en el que podréis leer, releer, subir o bajar con mayor facilidad. Haced clic sobre la imagen justo encima de: "Donde se cuentan las ocurrencias..."
Foto: jose rasero
10 comentarios:
Un nuevo capítulo de gran intensidad narrativa.Lo sigo con interés
Saludos¡¡¡¡
Hoy casi me he sentido Badián...
Ese sobre....
un abrazo
Creo que Badián es mucho más interesante que la doctora. Está resuelto en la vida, sabe a donde ir y se conoce más de lo que se conoce la mayoría de los humanos... Yo le daría el alta.
Bravo José! De verdad que has bordado una narrativa que no tiene desperdicio. De los Badianes, me quedo con esta parte.
Un beso.
WUAUUUUUUUUUU¡¡¡¡¡¡¡¡¡ IMPACTADISIMA CON BADIAN¡¡¡ QUIEN NECESITA UNA ALTA DE ESTA DOCTORA CUANDO SE ES COMO ÉL¡¡¡¡¡¡
ME VOY COMO SIEMPRE CON GANAS DE SEGUIR LEYENDO¡¡¡
UN ABRAZO
jose: me quedé sin aliento. Qué discurso largó Badián!! Y como siempre, la expectativa por el nuevo capítulo anunciado en el entrelineado de éste!
¿Que tendrá el sobrecito que frena en seco las intenciones de Badián? Humm...
esperemos que en la próxima entrega se desvele
Saludos coridales.
Un Badian, resuelto y decidido ante la expectación de la doctora. Me gusta. Espero impaciente.
Badian me intriga cada vez más. Cuál será realmente el meollo de lo que se agita en el interior de este chico??? Ficción, realidad, alucinación, exceso de lucidez, ???
Por Dios Jose que quiero saber como continua esto que cada vez se pone más interesante.
Un abrazo muy grande para ti.
Para que luego digan que la infancia y la adolescencia son épocas maravillosas
Thanks a lot to everybody!!!
Publicar un comentario