martes, 16 de marzo de 2010

20 - La respuesta de don Jenaro







Don Jenaro posó la cuchara hacia abajo sobre el filo de su plato, deslizó detenidamente la servilleta de papel por los labios y, al terminar, hizo de ella una bolita que olvidó sobre la mesa. Sólo entonces miró en silencio a Zoe. Giró los ojos con premeditada parsimonia hacia la otra mesa, desde donde todos le observaban esperando su respuesta, y los volvió a posar con igual sosiego en el joven róquer. Tras ello habló.
-Mira, muchacho –dijo al fin, arrastrando las palabras, con voz de sacerdote antiguo, consciente de haberse convertido en el centro gravitatorio de toda la atención de la sala, sabiéndose importante- teniendo en cuenta, como bien sabes o has de saber, que aquí nadie muestra, digamos, excesivo interés ni procura alguna utilidad en tener contactos con la policía, ni por ende con la administración de justicia, y dando como hecho cierto y comprobado, por las informaciones fidedignas de que dispongo, que el Tasca es de los que menos disposición o acomodo tiene en ello, pues la respuesta habría de ser no…
El abogado, recreándose en su perorata, gustándose, dejó las palabras flotando en el aire, suspendidas como puntos, formando auras de incógnitas en todos los presentes, así como desesperación en Zoe, que musitaba entre dientes vamos, vamos, vamos, creando un suspense tan de su agrado que quiso alargarlo dando un lento y amplio trago de su vaso de agua.
-Pero, qué quieres, -prosiguió al fin, dejando el vaso sobre la mesa y mirando de nuevo fijamente a los ojos desorbitados de Zoe- en el improbable o quimérico caso de que el Tasca quisiera hacerlo, pues ya sabes o has de saber, que la naturaleza del ser humano será por siempre jamás algo insondable e insoluble, te diré que no son materias con las que yo haya tratado ni de lejos, amigo. Como comprenderás no llegaban a mi bufete asuntos tan zafios como este, dicho sea con todos los respetos. Pero por la jurisprudencia y dictámenes que pueda recordar así, a bote pronto, estaríamos hablando de penas que podrían moverse entre los seis meses de cárcel y los tres años, con indemnización y abono de las costas aparte, por supuesto. Todo ello en el caso, más que probable y factible, de que el juez apreciara en todo este asunto del que hablamos que fuera algo creíble que no tuvieras intención de causarle lesiones al Tasca, como las que, clara evidencia, has provocado, pero que, por otra parte, no dejara de ser cierto que también pudiste haber evitado el encontronazo y, sin embargo, no lo hiciste…
Llegado a este punto, la monótona y arrastrada dicción de don Jenaro, aquella voz evangélica, así como su lenguaje enrevesado y leguleyo persuadieron a Badián de que, al menos de momento, no quería saber nada más de aquel embrollo…
Se sentía exhausto.

*: para facilitar la lectura, e ir desde el principio hasta lo último publicado, a la derecha tenéis un enlace en el que podréis leer, releer, subir o bajar con mayor facilidad. Haced clic sobre la imagen justo encima de: "Donde se cuentan las ocurrencias..."

Foto: jose rasero

15 comentarios:

Zayi Hernández dijo...

Como describes!. el simple acto de limpiarse la boca es prosa para ti, los sonidos de las voces, yo no sé si la naturaleza humana es insondable pero lo cierto es que leerte es conocerte. Debes ser metódico, observador y detallista como nadie.
Un besito.

Tempus fugit dijo...

El abogado, digno de descripción cinematográfica... es que se "ve" con la decripción que has hecho¡¡¡


un abrazo

LA ZARZAMORA dijo...

Me he perdido tantos episodios que he de ponerme al día. En todo caso este fragmento me hará dar marcha atrás, poquito a poco.

Besos, José.

Agustín Molina dijo...

excelente y preciso análisis de la situación de Don Jenaro: el caso está perdido.

Soledad Arrieta dijo...

Sigo felicitándote, amigo, por esa forma en la que transmitís absolutamente todo.
Cariños!

Felipe Medina dijo...

prosa buena,certera y precisa.

Un abrazo

Mtx dijo...

Claro y rotundo don Jenaro.... deseando seguir leyendote.
Besos

Pluma Roja dijo...

Pues por acá estamos siguiendo paso a pasa el asunto Badián. Espero al martes.

Saludos cordiales,

Hasta pronto, un abrazo.

josé rasero dijo...

De parte de Badián & Company, gracias a tod@s!!

Sonia Ramirez de Arellano dijo...

joder!

Cris dijo...

Badián bastante tiene como para preocuparse por lo de otros...

Besitos!!!

Cris dijo...

(ps, te he puesto de comentarista de la semana. Si no te mola, dame un silviritoy lo quito ipso-facto)

Allek dijo...
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Belkis dijo...

Don Jenaro no le da mucha opción al pobre Badián. Pues nada como que Badian tendrá que conformarse con agua y ajo....
Muy bueno Jose. Te digo que el relato terminará en novela.
Besitos amigo

Belkis dijo...

Perdón, quise decir ajo y agua.... lo dije al revés ¿no?. Como que no se me dan muy bien esas cosas.
Al menos lo intenté. Jajaja