martes, 9 de febrero de 2010

15 - Juegos de magia (II)






Frente a  Badián y sus extravíos, un exultante Zoe se dirigía de nuevo a la bella solicitando un pañuelo, que Rubí extrajo con fenomenal y pausada ceremonia desde los insondables misterios de su bolso rojo, a juego con el carmín.
Al fin le alcanzó un ligero lienzo celeste, que Zoe enarboló cual bandera cuasi victoriosa e hizo revolotear frente a su seducido público, hasta que pasó a introducir un extremo del mismo en la pequeña abertura que había formado cerrando su mano izquierda.
Con su índice derecho fue hundiendo la breve tela poco a poco en el hueco de la mano, hasta hacerla desaparecer por completo en el interior del puño.
Con éste cerrado y mostrándolo rotundo a la vista de todos, Zoe exhibió una gran mueca de alegría antes de abrirlo y ostentar con definitivo orgullo la nada en su interior.
Desde los fascinados rostros arreciaron de nuevo los aplausos entregados y el joven roquer granadino se puso en pie realizando caricaturescas reverencias a su ya rendido auditorio.
Entonces, en el mismo instante en que la propia Rubí, con Badián imantado a su aromática aureola, lo premiaba encantada con dos sonoros besos en las mejillas se escuchó como un trueno la voz cascada del Tasca.
-¡Lo tienes en la derecha, mamón! -gritó, al tiempo que se abalanzaba sobre Zoe y le hacía abrir la mano impostora, que, para su gran estupor, también se hallaba ocupada por el vacío.
-¡Yo lo he visto, mierda! ¡He visto que lo guardabas en esta mano, cabrón! -continuó desatado el Tasca, que no alcanzaba a comprender nada pero tampoco estaba dispuesto lo más mínimo a dejarse engañar por aquel pelanas y aún menos a quedar en ridículo ante los demás.
Fue por ello que a las bravas introdujo su propia garra huesuda en uno de los bolsillos del vaquero de Zoe e inició una desesperada búsqueda del desvanecido pañuelo, hurgando con rabia en el misterio.
La escena podría parecer cómica y, en cierto sentido, hasta podríamos verle un ramalazo erótico, sino fuera porque Zoe, nada más sentir aquella zarpa rebuscando entre sus partes, rozándolas con obsceno descaro, alzó el brazo derecho y estampó sin pensarlo el mágico puño sobre los mismos bigotes del Tasca, que cayó en redondo sobre el suelo.
El alboroto que se formó fue tremendo, con voces de alarma, alaridos, llantos, y un Badián que, inmerso en aquel morrocotudo revuelo, pudo ver, por entre los efluvios de los cabellos de Rubí, cómo con asombrosa celeridad se abría en par la puerta de entrada y aparecía cual ciclón Madame Clora en la sala.
Tras dar un solo y rotundo grito instándoles a que permanecieran quietos y callados se hizo en un santiamén, categórica, con la peliaguda y por momentos caótica situación.
Y todo ser vivo en la habitación quedó efectivamente como detenido en el tiempo, acallada la tropa por aquella presencia arrolladora.
Sólo los gemidos lastimeros del Tasca rompían el silencio espeso que se había instalado en la estancia.


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Foto: jose rasero

10 comentarios:

Tempus fugit dijo...

¿Y el pañuelo?
Genial elenco de artistas.
Me tienes "enganchado" a la historia.

un abrazo

Soledad Arrieta dijo...

José, sos una máquina de autosuperarte. Que bien que personificás, que narrás, me encanta.
Me austé cuando entré porque pensé que era la parte (III) y creí haberme perdido la (II). Pero no, evidentemente ya no tengo la misma visión que en otros tiempos, jaja.
Cariños!

Zayi Hernández dijo...

Me gustaba mucho ir al Sur porque habían personajes de estos por las calles y yo me sentaba embelezada a mirarlos a todos. No sé pero siempre me ha gustado la magia tanto como me gustan los gitanos, pero ambas cosas me infunden cierto temor.
Muy bueno José!
Besitos

Mtx dijo...

Uf que alterado parace Tasca,menos mal que Madame Clora pormete.
Genial
Besos.

Pluma Roja dijo...

No me podía perder a Badian, y aunque tardeç, pero aquí estoy. Perfecto sigo caminando contigo.

Saludos cordiales,

Hasta pronto.

Felipe Medina dijo...

Eres un auténtico contador de historias.Engancha

Saludos

ARIADNA dijo...

Bueno pues enmedio del caos de mi vida no me podia perder a mi amigo Badian vine a leer los dos capitulos que me faltaban eres un genio escribiendo estoy enganchada a la historia, mil besos y mil abrazos

BLANCA LIBIA HERRERA CHAVES dijo...

ESTUVE POR ESTOS LARES DE PASADA... ME DETENDRÉ PORQUE ME GUSTÓ LO QUE ENCONTRÉ... DEJO MI MARCA PARA REGRESAR...

UN ABRAZO...

josé rasero dijo...

Gracias a tod@s por seguirme en esta aventura!!

Bienvenida, Blanca Libia Herrera Chaves!!

Belkis dijo...

La historia va genial José, pero seguimos sin saber dónde fue a parar el pañuelo. Pobre Tasca, se quedó adolorido y sin encontrar respuesta. A ver si en el próximo nos aclaramos. Un beso amigo